La casa fue proyectada para insertar dentro de ella el bosque, a través de una fachada acristalada, fusionando lo exterior con lo interior. Por ello dos puntos de Le Corbusier se encuentran fusionados, Fachada libre y Ventana corrida construidas con materiales livianos.
Sus tres frentes de vidrio, que van de suelo a techo, envuelven el gran salón desde el cual se puede apreciar y sentir todo el paisaje del bosque tropical, antes tener una panorámica de la ciudad y proporcionar luz y ventilación junto al ventanal del patio interior.
A pesar de que el ''volumen flotante'' se vea desprotegido, resguarda a los ocupantes adecuadamente de la intemperie y el interior está dotado de cortinas para controlar la luz solar.
''La singularidad de la Casa de Vidrio se ve en la modernidad de la relación con el medio ambiente y la implantación en el paisaje.''
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