Mientras que el tiempo genera el espacio para ser recorrido, la arquitecta nos explica cómo.
Al principio solo había dos senderos con función conectora, al crecer el bosque creció
el número de senderos junto con la necesidad de deambular por él.
Los sinuosos senderos y la ubicación del garaje en la entrada de la finca, nos explican como la arquitecta entiende que debe ser el modo de recorrerla.
El estudio pintado de verde, la casa del jardinero semienterrada cuya cubierta se confunde con la selva, el garaje , los muros y senderos revestidos con piedras del lugar se camuflan entre la naturaleza.
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